Si estás por terminar la carrera de Medicina Veterinaria y Zootecnia, es probable que el EGEL, la evaluación que realiza el CENEVAL, ya esté en tu radar. Este examen representa uno de los últimos pasos para quienes buscan concluir formalmente su formación profesional y obtener el título universitario.
Entre las dudas más comunes que surgen antes de enfrentarlo está: ¿Qué puntaje debo obtener para acreditar la prueba? Hoy resolveremos esta incógnita y te contaremos todo lo que necesitas saber sobre la evaluación, los niveles de desempeño y cómo interpretar tu resultado.
¿Por qué se aplica este examen al egresar de la carrera de Veterinaria?
El propósito de esta evaluación es medir el grado de dominio que tienen los egresados sobre las áreas fundamentales que componen la licenciatura. No se trata solo de un requisito académico, sino de un indicador que confirma si realmente cuentas con los conocimientos y habilidades necesarios para ejercer tu profesión de manera competente.
Para muchos estudiantes, esta prueba es el puente que los conecta con el mundo laboral, ya que diversas instituciones y empleadores valoran que el aspirante haya logrado un desempeño destacado en su presentación.
¿Cómo se estructura la evaluación?
Esta prueba no es uniforme en todas las disciplinas, pero en el caso de quienes estudian veterinaria, la evaluación aborda una serie de áreas específicas:
-
Atención médica en especies menores (perros, gatos y otras mascotas)
-
Medicina y cirugía en grandes especies (bovinos, equinos, porcinos)
-
Producción animal, que incluye nutrición y manejo en sistemas de crianza
-
Salud pública y medicina preventiva relacionada con zoonosis y control sanitario
-
Gestión y administración en entornos productivos o clínicos
Cada sección contiene preguntas que exploran tanto el conocimiento teórico como la capacidad para aplicarlo en situaciones reales o hipotéticas.
Entonces, ¿qué calificación necesito para aprobar?
Aquí es importante aclarar algo: el CENEVAL no maneja una escala tradicional con números del 0 al 10 o porcentajes, sino un sistema de puntaje estandarizado que se mueve en un rango específico, generalmente entre 700 y 1300 puntos por área evaluada.
Para ser considerado como aprobado o satisfactorio, debes alcanzar al menos 1000 puntos en cada una de las áreas del examen. Esto significa que no basta con obtener un promedio aceptable; es necesario cumplir con el mínimo requerido en cada sección por separado.
En otras palabras, si en cuatro áreas superas los 1000 puntos pero en una no lo logras, el resultado global no será satisfactorio y deberás volver a presentarla o repetir el examen completo, dependiendo de la política de tu institución educativa.
¿Qué niveles de desempeño existen?
La calificación obtenida se traduce en distintos niveles de desempeño, que se expresan mediante un testimonio oficial:
-
Desempeño Sobresaliente: Cuando alcanzas 1200 puntos o más en todas las áreas. Este nivel refleja un dominio excepcional y profundo de los conocimientos y habilidades.
-
Desempeño Satisfactorio: Si logras entre 1000 y 1199 puntos, se considera que tienes la preparación adecuada para ejercer la profesión.
-
Sin testimonio: Si el puntaje en alguna área es inferior a 1000 puntos, no se otorga reconocimiento y es necesario volver a intentar.
Estos niveles no solo son importantes para el proceso de titulación, sino también para tu desarrollo profesional. Un desempeño sobresaliente puede ser un gran diferenciador en tu currículum, demostrando un nivel de preparación superior.
¿Cómo puedo saber si logré el puntaje necesario?
Una vez que presentas el examen, el CENEVAL emite un reporte individual, donde se detalla el puntaje obtenido en cada área. Además de la cifra, el documento señala el nivel alcanzado: satisfactorio, sobresaliente o sin testimonio.
Al revisar tu resultado, es importante que no solo te quedes con la cifra global, sino que analices cada área específica. Esto te permitirá identificar fortalezas y áreas de oportunidad para tu ejercicio profesional futuro.
¿Es difícil alcanzar los 1000 puntos requeridos?
La percepción de dificultad varía entre los sustentantes, pero es cierto que la extensión y profundidad del examen pueden representar un reto si no te preparas con antelación.
Algunos factores que suelen complicar el proceso son:
-
La amplitud de temas: La carrera de veterinaria abarca áreas muy diversas, desde la salud pública hasta la cirugía en pequeños animales. Esto exige una preparación integral.
-
Duración del examen: La prueba puede durar hasta ocho horas en sesiones divididas, lo que implica una buena resistencia física y mental.
-
Tipo de preguntas: Las preguntas suelen ser de opción múltiple pero con casos clínicos, escenarios hipotéticos o problemas que requieren razonamiento lógico y aplicación práctica.
Por estas razones, es fundamental planificar tu preparación con tiempo suficiente, enfocándote en reforzar las áreas en las que sientes menos seguridad.
¿Qué pasa si no alcanzo la calificación mínima?
En caso de no llegar al mínimo necesario en alguna sección, no te preocupes: puedes volver a presentar el examen completo o solo la parte en la que no alcanzaste el desempeño requerido, dependiendo de la modalidad que permita tu universidad.
Además, el reporte que te entrega el CENEVAL también señala en qué áreas debes enfocarte para mejorar. Esto te da una hoja de ruta clara para reforzar tus conocimientos antes de un segundo intento.
Consejos prácticos para obtener un buen desempeño
Lograr un resultado satisfactorio no es cuestión de suerte, sino de estrategia y constancia. Aquí algunos consejos útiles que puedes aplicar:
-
Consulta la guía oficial: El CENEVAL publica guías específicas para cada carrera. Ahí encontrarás la descripción de los temas, la estructura del examen y ejemplos de reactivos.
-
Organiza tu estudio por áreas: Divídete el contenido en bloques temáticos para abarcar cada sección del examen.
-
Realiza simulaciones: Existen simuladores o bancos de preguntas que te permiten familiarizarte con la dinámica de la prueba.
-
No descuides tu salud mental y física: Duerme bien antes del examen, hidrátate y mantén una alimentación adecuada. La fatiga mental puede jugar en tu contra en pruebas extensas.
-
Únete a grupos de estudio: Compartir conocimientos con compañeros puede ayudarte a reforzar conceptos que quizá por tu cuenta no tenías tan claros.
Conclusión
Aprobar el examen de egreso de la carrera de Veterinaria no solo depende de conocer la respuesta a la pregunta «¿cuántos puntos necesito?», sino de comprender que se trata de una evaluación integral que mide tu preparación como futuro profesional.
Aunque el puntaje mínimo para lograr un resultado satisfactorio ronda los 1000 puntos por área, la meta real debe ser mucho más ambiciosa: no solo aprobar, sino salir con la certeza de que estás listo para los desafíos que implica el ejercicio profesional.
Prepárate con disciplina, consulta fuentes confiables y mantén la confianza en tu formación. El EGEL no es un obstáculo, sino una oportunidad para demostrar todo lo que has aprendido y consolidar tu camino hacia la titulación.
Si quieres más recursos, guías de estudio o simuladores para practicar, te invitamos a seguir explorando nuestro blog. Aquí encontrarás herramientas diseñadas especialmente para acompañarte en esta etapa decisiva de tu carrera.